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Mitos de la terapia

Actualizado: 8 oct 2021

Quiero comenzar con los famosos mitos que existen alrededor de la terapia. Sí, se que esto lo pueden leer en chorrocientas mil páginas, pero aún así decidí hacerlo.


¿Por qué? Sencillo, porque estos mitos siguen vivos, haciendo daño. A mi me gusta verlos como un gran dragón que se apodera de poblaciones enteras y causa problemas, angustias y sinsabores. Creo que es hora de hacerles frente como un buen caballero blandiendo su espada ante ellos.


Mito 1. No creer en la psicología

Afortunadamente la psicología no es una doctrina en la que se tenga que creer ciegamente, aunque se tenga la idea popular de que los psicólogos tenemos mucho de adivinos, la verdad es que estamos muy lejos de los fenómenos paranormales. La psicología es una ciencia que se ha desarrollado a lo largo de muchos años y se ha comprobado a través del método científico. Si bien no entra en las ciencias exactas, está respaldada por estudios, pruebas, estadísticos.... incluso por la parte médica. Así que no se trata de una cuestión de fe, sino de ciencia.


Mito 2. La atención psicológica es para locos, y claro, yo no estoy loco.

Este mito viene de siglos pasados y no los culpo. Hay que aceptar que al inicio, sobre todo la psiquiatría, tuvo su etapa obscura. Se internaba en los psiquiátricos a las personas consideras un problema para la sociedad, si, personas con trastornos mentales, pero también indigentes, y hasta homosexuales y se les daban tratos terribles. (Más adelante prometo escribir una entrada sobre esto) Pero los tiempos cambian y la ciencia evoluciona.

La terapia actual no solo funciona para personas con algún trastorno diagnosticado, también abarca el manejo de emociones, los duelos ya sea por muerte de un familiar o termino de una relación, fobias, problemas de comunicación, relación con la pareja, acomodación de reglas cuando los hijos entran en nuevas etapas (adolescencia), problemas de conducta, en fin. Cualquier crisis o gestión de problemas cotidianos se puede tratar en una terapia. Y no, ni siquiera a tu "ex" le decimos loco.


Mito 3. La terapia es de por vida

Si bien, en algunos casos la terapia puede extenderse. Hay muchos modelos de terapia breve que se concentrar en abordar una problemática específica en pocas sesiones. Hay que recordar que todos atravesamos crisis en la vida y en algunos casos esta bien echar mano de un profesional, por ejemplo un cambio de casa puede provocar en un niño problemas para adaptarse en la escuela, y probablemente una terapia breve sería ideal en un caso así.


Mito 4. Los psicólogos leen la mente.

Ya había mencionado un poco sobre esto en el mito 1, ¡Tenemos fama de adivinos! Y lamentable o afortunadamente (Juzguen ustedes esa parte) no podemos estar más lejos de esto. Me imagino que el atribuirnos estas cualidades mágicas tiene que ver con que los terapeutas desarrollan su capacidad de escucha, además de estar entrenados para hacer las preguntas exactas. Pero no se angustien, sus pensamientos están a salvo en sus cabezas.


Mito 5. Solo me acostaré en un diván a ser escuchado.

La imagen del paciente que se recuesta en el diván a hablar por horas, mientras el terapeuta solo lo escucha y le cobra es una idea muy extendida. Sin embargo las sesiones terapéuticas implican una participación activa tanto del cliente como del terapeuta. Además de basarse en un intercambio de palabras entre ambos, pueden incluir ejercicios, historias o tareas, todo depende del tipo de terapia.


Mito 6. Me van a decir lo que tengo que hacer

Para nada cierto, quién asista a terapia siempre será quién decida que hará o aplicará en su vida, así como el camino hacia el cual quiere ir. La posición del terapeuta esta lejos de ser un padre que deba ser obedecido.


Mito 7. La terapia es mágica y arregla todo.

La terapia da soporte emocional y puede ayudar a producir muchos cambios en el consultante o en la familia; sin embargo los terapeutas no tienen una varita mágica que arregle todo con un "bibidi babidi bu". La terapia necesita de que el consultante se involucre, requiere de tiempo y de ir tomando decisiones en el proceso y no, desafortunadamente no se tiene una solución a todo. Por ejemplo, no podemos obligar a que tu pareja se quede contigo, o hacer que tu rendimiento laboral sea genial de un día al otro, pero si podemos apoyarte a encontrar maneras más efectivas de transitar hacia donde quieres ir. Y a veces, se llega a mejores lugares, o a veces descubrimos juntos que en realidad quieres ir por otro camino.


Mito 8. Si necesito que me escuchen mejor voy con mis amigos

Es genial tener amigos que te puedan apoyar y escuchar, y si bien un terapeuta siempre te alentará a que tengas redes de apoyo fuertes. No es lo mismo una platica con un amigo que con un profesional. Para estos casos aplica la frase "Sería como un ciego guiando a otro ciego"

Un profesional esta preparado para lidiar con ciertas problemáticas, tiene estudios de respaldo y un entrenamiento que le permitirá apoyarte de formas que un amigo no.


Mito 9. Los terapeutas dan consejos

La contestaré de forma breve: Si te diéramos consejos estaríamos fallando en nuestra labor.


Mito 10. Todos los terapeutas son iguales

He escuchado a personas que asistieron a una sesión de terapia decir que no se sintieron agusto y por lo tanto decidieron no intentarlo más, pensando que todos los terapeutas serían iguales. Nada más lejos de la verdad. Dentro de las terapias hay distintos enfoques que pueden hacer las sesiones muy distintas, además del factor humano. Sí, los terapeutas no dejan de ser personas con estilos únicos, los habrá serios, formales, sonrientes, más cálidos o más alejados. Es válido no sentirse cómodo con un terapeuta y en dado caso lo recomendable sería probar una primera sesión con alguien más, incluso de otro enfoque antes de tirar la toalla.



En sí las terapias hoy en día abarcan múltiples problemáticas y están alejadas de la idea clásica del "loco" que necesita tratamiento. Es importante encontrar a un terapeuta con el que se sientan cómodos, compartirle sus inquietudes sobre las sesiones, y entender que no es magia, que conlleva un proceso que sí bien mueve muchas emociones, puede resultar muy satisfactorio.


Hay varios mitos más que no aborde para hacer el artículo ligero, pero espero que hayan sido suficientes para vencer al dragón. Si tienen algún mito más que no los deja dormir, escríbanme y lo arreglamos.

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