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Hablemos de emociones

Las emociones nos acompañan en el día a día y nos revuelven el estómago, nos aceleran el corazón, nos producen una carcajada o llanto. Sabemos que las debemos controlar, pero no logramos entender del todo que hay con ellas, nos toman por sorpresa y se meten hasta en nuestros recuerdos.

Pero ¿Qué son?


Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.


Traducción: Una emoción es un estado pasajero, súbito, que llega de sorpresa como una reacción a algo que sucede en el ambiente. Esta reacción puede venir de una respuesta adaptativa, es decir por pura supervivencia, como podría ser el miedo o la ira, que surgen cuando algo parece ponernos en peligro. (Y no tiene que ser un peligro mortal, puede ser tan cotidiano como saber que cometimos un error en el trabajo o que olvidamos hacer algo importante) y también se relacionan con la experiencia. Si sucede algo que te recuerda a otra cosa que viviste antes, te puede despertar la misma emoción.

La emoción actúa como un filtro a través del cual podemos percibir lo que sucede en un determinado momento, es por lo que reaccionamos diferente cuando alguien nos habla si estamos felices, enojados o iracundos. Y es tanto este poder de filtro, que es más probable que recordemos cosas ligadas a una emoción fuerte (Si, lo cotidiano lo solemos olvidar) o que nuestros recuerdos cambien dependiendo de la emoción que tenemos al recordarlos.

Es importante decir que las emociones tienen un eco en el cuerpo, cuando aparecen hacen modificaciones en nuestro organismo, soltando sustancias aquí y allá, que nos pueden hacer sentir muy bien o muy alterados.


Importante, se distinguen de los sentimientos en la duración e intensidad. Las emociones son breves e intensas, los sentimientos son más duraderos y suaves. Básicamente un sentimiento es una emoción que ha logrado atenuarse y mantenerse en el tiempo. Otro concepto es el estado de ánimo, que nos habla de los sentimientos predominantes durante un periodo de tiempo más prologando.


Nos han bombardeado con que hay emociones buenas y malas, deseables e indeseables. Por un lado, tenemos la felicidad y por otro el miedo. Y se nos habla de inteligencia emocional y de la regulación de las emociones, yo personalmente, creo importante cambiar nuestra perspectiva al respecto. El miedo, la ira, la tristeza y el asco no son emociones malas. Están ahí con un propósito. Nos avisan cuando una situación es incomoda o potencialmente peligrosa, con la finalidad de sacarnos de ahí, es la forma que tiene nuestro cuerpo de avisarnos que algo anda mal y protegernos. Y yo creo que hay que abrazar esta idea, aceptar que estas emociones suceden y que están ahí por algo. Una vez que las aceptemos podemos dar el siguiente paso a entender que es lo que las desencadena y entonces podemos hacer algo al respecto. La verdad es que no podíamos vivir sin nuestras emociones porque nos guían e incluso nos motivan.

Pero bueno, también entiendo que un día lleno de emociones fuertes puede ser muy abrumador. La verdad es que las emociones pueden llegar a agotar, a hacernos sentir saturados o cansados. Por lo que es importante encontrar maneras de dejarlas ir, para que una tristeza o enojo momentáneos no se conviertan en un sentimiento a largo plazo que nos termine enfermando.


¿Qué hacer?

Primero hay que dejar claro que no a todos nos sirve lo mismo, básicamente hay que experimentar hasta encontrar algo que nos funcione. Algunas cosas que yo recomiendo hacer cuando estamos muy saturados emocionalmente son:


-Escribir. Creo que es de las mejores maneras para vaciar nuestra mente. Una opción es hacer un diario de emociones, lo cual es muy útil para rastrear que tan seguido te sientes abrumado por tus emociones e incluso identificar si te las detonan las mismas cosas.

-Música. Ya sea que te pongas tus audífonos con tus canciones favoritas, que cantes o toques un instrumento. La música es capaz de influir en nuestro estado emocional. (¿Por qué crees que eligen diferentes tipos de música en películas de terror que en románticas? Porque son capaces de crear atmosferas y hacernos sentir de cierta manera)

-Socializar. Acercarte a un buen amigo que te pueda escuchar y te permita desahogarte siempre es una buena opción. La interacción con alguien de confianza, que nos haga sentir seguros y apapachados siempre es una excelente opción.

-Salir a caminar. Sobre todo, a un lugar abierto, como un parque. El hacer actividad física en sí cambia nuestra química corporal.

-Meditaciones. Al alcance del internet, una meditación de 5 minutos o ejercicios de respiración pueden ayudarnos a manejar las emociones fuertes, a dejarlas ir y a centrarnos en el momento actual.


Estas son solo algunas opciones, pero te animo a que busques lo que te sirve, y si consideras que una emoción ya se volvió un estado permanente y te esta causando problemas, te animo a que te acerques a un profesional que te pueda ayudar a comprender que puede estar sucediendo y qué hacer con ello.

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